Corrección del Factor de Potencia: qué es, por qué importa y cómo hacerlo
En instalaciones eléctricas, uno de los conceptos más importantes —y a menudo poco comprendidos— es el factor de potencia (FP). Su corrección no solo mejora la eficiencia energética, sino que también evita penalizaciones en la factura eléctrica y prolonga la vida útil de los equipos.
¿Qué es el factor de potencia?
El factor de potencia es la relación entre la potencia activa (la que realmente realiza trabajo útil, medida en kW) y la potencia aparente (la combinación de potencia activa y reactiva, medida en kVA).
Se expresa como un número entre 0 y 1, o en porcentaje.
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Un FP cercano a 1 (o 100%) indica una instalación eficiente.
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Un FP bajo (ejemplo: 0,75) significa que gran parte de la energía no se aprovecha plenamente, sino que circula como potencia reactiva.
La potencia reactiva (kVAr) es necesaria para alimentar campos magnéticos en motores, transformadores y luminarias con balastos, pero no produce trabajo útil. El exceso de reactiva recarga las líneas y los equipos.
¿Por qué corregir el factor de potencia?
Mantener un buen factor de potencia trae múltiples beneficios:
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Ahorro en la factura eléctrica
Las distribuidoras suelen penalizar cuando el FP es bajo, ya que implica mayor demanda de potencia sin aprovechamiento eficiente. -
Mayor capacidad de la instalación
Al reducir la corriente innecesaria, se liberan conductores y transformadores para transportar más potencia activa. -
Menor caída de tensión
Con menos corriente circulante, disminuyen las pérdidas en cables y la caída de tensión en las líneas. -
Mayor vida útil de equipos
Menor esfuerzo eléctrico en motores, transformadores y conductores significa menos calentamiento y desgaste.
Métodos de corrección del factor de potencia
El método más utilizado es la instalación de bancos de capacitores, ya que los capacitores generan potencia reactiva de signo contrario a la de los inductores (motores, balastos, transformadores), compensando el exceso de reactiva inductiva.
Existen distintas formas de aplicarlos:
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Corrección individual: se instala un capacitor en cada motor o equipo con bajo FP.
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Corrección por grupo: un banco de capacitores compensa un conjunto de cargas.
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Corrección centralizada: un banco automático ubicado en el tablero general, que se conecta o desconecta según la demanda.
Factores a considerar al elegir un sistema de corrección
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Perfil de carga de la instalación (si las cargas son constantes o variables).
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Nivel de automatización requerido.
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Espacio disponible y condiciones de ventilación para los bancos de capacitores.
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Normativas y regulaciones locales (por ejemplo, límites de cos φ exigidos por la distribuidora).
Conclusión
La corrección del factor de potencia es una inversión inteligente para cualquier industria, comercio o edificio con consumos eléctricos importantes. Mejora la eficiencia, reduce costos y protege la infraestructura eléctrica.
Contar con un diagnóstico profesional y la elección correcta de bancos de capacitores es clave para mantener un factor de potencia óptimo y cumplir con las exigencias de la distribuidora.